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Desilusión al precio de la vida

2011-12-29 Source:Kaiwind Auteur:Song Xiaomei

 

La foto de la madre


Me llamo Song Xiaomei, tengo 44 a?os de edad, vivo en el suburbio de un distrito serrano de la provincia Hubei y trabajo en la oficina de una entidad del distrito.

La vida solía resultarme totalmente diferente con lo que había esperado. Ansiaba ir a la ciudad y ingresarme en una universidad famosa, pero hacía 8 a?os tenía que ir a trabajar en un pueblo solitario que no se podía encontrar en la mapa. Anhelaba victoria y trabajaba con afán, pero no logré la apreciación de jefes, admiración de colegas y estima de la sociedad. De modo que empecé a quejarme de la injusticia de la sociedad y con las quejas me desanimaba. Más tarde, seguí a mi madre al mundo de Falun Gong sin darme la cuenta .

Mi madre empecé a practicar Falun Gong en la primavera de 1995. Durante aquellos a?os cada día a las seis por la ma?ana y a las siete por la noche, mi madre solía acudir a la plaza del palacio nacional para ejercer la práctica. Cada vez se esforzaba para hacerlo mejor y se progresaba rápidamente con la ayuda calurosa de la tía Deng y otros practicantes y sentía muy bien. Al cabo de tres meses, mi madre sentía cómodos todo su cuerpo y su alma. Se llenaba de ánimo y fuerza. Más tarde, llegué a entender que era muy posible que disponía de buena salud y estaba contenta y alegre con el ejercicio físico regular y las reuniones con los ancianos de semejante edad.

A los principios de 1997, al ver que la salud y el ánimo de mi madre se habían mejorado mucho durante los dos a?os, me dio una gana intensiva de practicar Falun Gong.

Con el ejercicio físico regular cobré fuerzas y ánimo y con el tratamiento sincero de los otros practicantes, me convertí más alegre y positiva. Después de un mes, dejé de ser deprimida y estaba serena, alegre y positiva. Gracias a la buena actitud, me parecía que todo se me iba bien. Medio a?o después, cuando tenía 27 a?os de edad, me casé con un cuadro del distrito y en el invierno de 1997, me trasladaron a la oficina de una entidad del distrito desde una escuela secundaria solitaria. Estaba muy satisfecha porque no sólo llegué a entrar en la ciudad, sino también cambiar del trabajo.

En el julio de 1999, el Gobierno prohibió oficialmente Falun Gong. Mi marido me trajo unos documentos desde su entidad para que mi madre y yo pudiéramos alejarnos de la herejía. Claro que tenía que observar la decisión del estado, pero en mis adentros tenía muchas dudas y preocupaciones. De modo que discutí con mi madre y decidimos continuar la práctica a escondidas.

En el agosto de 2000, di a luz a un ni?o. Al ver la armonía de la familia, estaba convencida de que fue Falun Gong que me había cambiado.

En 2002, cuando llevaba al ni?o que acabó de cumplir 2 a?os a la escuela infantil y tenía tiempo libre, volví a dedicarme a la práctica para lograr la perfección.

Aunque lo hacíamos en secreto, mi marido nos descubrió. Así en mi armoniosa familia empezó a aparecer algunas disputas. Para aliviar las amarguras, releí los libros tales como Zhuan Falun  con motivo de encontrar una resolución, y para dejar la influencia de mi marido, tomaba la frase "eliminar la gloria, la riqueza y la pasión, y lograr la perfección al cielo" como lema y la repetía miles de veces en los adentros cada día.

Yo venía cada vez más indiferente. Mi marido siempre se quejaba de las comidas malas que preparaba yo y el hijo se querellaba que no le acompa?aba a jugar. Más tarde, mi marido se dio cuenta de la gravedad de la situación. Me quemó todos los libros, por ejemplo Zhuan Fanlun y advirtió "si continúas practicando, nos divorciaremos". No lo di importancia y consideraba que era el "diablo" que me estorbaba en el camino a la perfección y era la prueba para mi práctica.

En el agosto de 2006, cuando mi marido viajó de trabajo, mi hijo se cayó en una gran enfermedad. En vez de llevarle al hospital, rogué a Shifu a utilizar el Gong a curarle. La medida que adopté le hizo desesperado a mi marido. El no podía soportar más mi actitud y depués de una pelea, nos divorciamos. Mi madre me aconsejó que me quedara con el hijo, pero no lo quería. Si me quedara con él, no podría eliminar la pasión, y si no eliminara la pasión, no podría llegar a la perfección e ir al cielo.

Al ver que mi marido e hijo nos abandonaron a mí y a mi madre, no sentía ninguna pena, sino tenía la sensación de libramiento, y al ver a mi madre llorar por ello, le reproché en nombre de Shifu. Los días siguientes mi madre y yo nos esforzábamos más a la práctica.

En el oto?o de 2007, los ojos de mi madre siempre afloraban lágrimas y no podía ver las cosas claramente. "Xiaomei, ?ya tengo la enfermedad de los ojos??Qué voy a hacer?" Mi madre estaba un poco preocupada.

"No es grave. Estás eliminando el karma, y es la reacción normal de la práctica avanzada. Mamá, si sientes incómoda, roguemos a Shifu a utilizar el Gong a curarte. No tardarás mucho tiempo en recuperar." Pues, mi madre y yo empezamos a rogar.

En un abrir y cerrar de ojos ya estábamos en la primavera de 2008. En vez de lograr la purificación del cuerpo y lograr la perfección, la situación de los ojos de mi madre se agravó y tenía los dolores más drásticos.

Mi hermano que vivía en Shanghai nos llamó por teléfono y dijo:"Mamá, si no aceptas el tratamiento médico, tengo miedo de que no se te curen los ojos."

Mi madre dijo:"Shifu me protegerá. Aunque resulte ciega, será por los pecados que había cometido en la vida anterior. Lo aceptaré."

Mi hermano se enfadó y dijo:"Desde mi punto de vista, vosotros dos se habéis vuelto locas. Si te apresuras al hospital, todavía se te queda tiempo."

Dije al lado:"Mamá, tenemos que confiar en Shifu. Siempre que insistas en practicar Falun Gong, podrás fortalecer la salud y curarse de la enfermedad sin tomar medicinas."

Transcurrieron otros cuatro meses. Los ojos de mi madre ya estaban casi ciegos. Al final, mi madre se cegó por la inflamación de las córneas transparentes.

Frente al desenlace cruel, mi madre y yo no podíamos convencernos. Ella se dedicaba a la práctica tan operosamente y tan devotamente. ?No ha dicho Shifu que su cuerpo del Fa nos protegerá hasta que logremos la perfección, si insistimos en la práctica? Sí. Tal vez era que la práctica de mi madre todavía no era suficiente, por eso tenía ese sufrimiento. Aunque tenía muchas dudas en los adentros, no me atreví a afrontarlas. Continué la práctica.

Después de cegarse, mi madre todavía se concentraba en la práctica. Sin embargo, a medida que transcurría el tiempo, la práctica no le traía ninguna esperanza a mi madre. Su salud  iba de mal en peor. Nosotros reflexionamos detenidamente. ?Era que no éramos sinceras? Eramos muy sinceras. Continúamos practicando, pero ya no teníamos tantas confidencias.

En el marzo de 2010, mi madre era tan débil que tenía que guardar cama. Todos los días rogaba a Shifu a protegernos. Pero todos los ruegos eran en vano. La salud de mi madre se iba cada día peor. Ya no confiaba en la protección de Shifu.

"Mamá, vamos al hospital. ?Vale?" Pregunté con miedo.

"Xiaomei, ambos somos discípulos de Shifu. La práctica es para eliminar el karma, ?no? Shifu nos protegerá hasta que lleguemos a la perfección."

El día 31 del enero de 2011, toda la familia de mi hermano volvió para pasar la fiesta de primavera de China. Al llegar a casa y ver el aspecto doloroso de mi madre, mi hermano se angustió y dijo:"Le llevamos al hospital." Mi madre y yo no nos atrevimos a decir nada. Salió el resultado del examen médico rápidamente. ?Oclusión intestinal perniciosa! Con la notificación en la mano, mi hermano me dio una bofetada y gritó:"?Fuera, no quiero verte otra vez en toda mi vida!"

El día 7 de febrero de 2011, al lado de la cama del hospital, mi madre agonizante me estrechó la mano y dijo:"Xiaomei, hemos errado. Te oriento mal. Dejes de confiar en Falun Gong. Mi muerta es la mejor prueba. Deseo que puedas despertarte y lleves una vida normal. Recuerda mis palabras." Por la noche mi madre murió.

En el salón de duelos, me quedé junto a su ataúd. Todos los asuntos me pasaron por el cerebro. ?Qué me ha traído la práctica de 14 a?os? Debido de ello, perdí la familia armoniosa, al marido que me amaba y al hijo gracioso. Hasta mi madre que se dedicó toda la vida a la práctica no consiguió la protección de Shifu. ?Dónde está el paraíso? ?Dónde está la perfección? Son mentiras. Mi madre me hizo enterada de lo absurdo de Falun Gong y me despertó. Tengo que desilusionarme y llevo una vida normal.

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